El proceso de polinización consiste en llevar a los predios un grupo de colmenas, entre 10 y 15 por hectárea, por el período de floración del cultivo. Cada colmena contiene de 7 a 9 marcos con abejas, las que significan que en una hectárea pueden llegar a trabajar 4 millones de abejas aproximadamente.
Para que el trabajo sea productivo se deben considerar las variables climáticas como el frío, el viento y la lluvia, por lo que la mayor parte de la actividad se centra en la temporada primaveral y estival, que es cuando las abejas muestran mayor actividad y han salido de su etapa hibernación.
Con el servicio de polinización, por medio de abejas, permitimos que el polen se traslade desde los estambres hasta el estigma de las flores logrando la germinación y fecundación de los óvulos de la flor, lo que da como resultado la producción de frutos y semillas.
Se cree que un tercio de la alimentación que consumimos depende de la polinización por medio de insectos y, principalmente de las abejas.
La falta de polinización trae consigo baja productividad y por ende un gran impacto económico y daños enormes para los agricultores. En tal sentido, Apicultura en Movimiento, presta un servicio en los cultivos para asegurar el correcto ciclo productivo.